Principios Archivísticos.
El Principio fundamental de la Archivística consiste en reunir los documentos producidos por una persona natural o jurídica, sin mezclarlos con los de otros. Fue ideado por Natallis de Wailly en 1841, en el congreso internacional de París se consagra y comienza a aplicarse en la mayoría de países.
El Principio fundamental de la Archivística consiste en reunir los documentos producidos por una persona natural o jurídica, sin mezclarlos con los de otros. Fue ideado por Natallis de Wailly en 1841, en el congreso internacional de París se consagra y comienza a aplicarse en la mayoría de países.
Como lo podemos ver
más resumido en el siguiente vídeo:
Principio de Procedencia:
De acuerdo a este
principio cada documento debe estar situado en el fondo documental del que
procede, teniendo en cuenta que debe mantenerse la unidad e independencia de
cada fondo y en éste la integridad y carácter seriado de las secciones, series
y expedientes.
Este principio es
válido tanto para los archivos históricos como para los administrativos, pues
en todos los casos debe conocerse la evolución estructural histórica de la institución,
identificando en ella las dependencias y funciones que desarrolla o desarrolló
en el pasado.
Para la aplicación
del principio de procedencia debe identificarse la entidad productora de los
documentos, la dependencia productora, las funciones desarrolladas y los
documentos producidos agrupados en series.
Principio de ORDEN ORIGINAL:
Este principio hace
referencia al orden en que se conservan los documentos dentro de cada carpeta o
expediente ubicándolos de manera consecutiva de acuerdo como se dieron las
actuaciones administrativas que dieron origen a su producción (Orden secuencial y Cronológico). Cuando una serie
documental está compuesta por varios expedientes o carpetas, éstas también
deben estar ubicadas de manera consecutiva respetando el orden natural en que
se fueron conformando.
* Falta de claridad sobre la diferencia entre documentos
sustantivos y documentos facilitativos.
Las causales más
comunes por las cuales se pueda perder este principio son las siguientes:
* Desconocimiento por parte de los empleados de las
funciones propias de cada oficina.
* Ausencia de manuales de procedimientos.
* Desconocimiento del trámite para la disposición
física de los documentos, pues es el trámite o gestión es el que indica el orden
debido.
* Interrupción de los trámites, lo cual no permite
hacer un seguimiento puntual al asunto y mucho menos determinar si el trámite está
en curso o en qué etapa se encuentra.
* Incorrectas maneras de ubicar los documentos han
llevado a que se formen series que no reflejan trámites establecidos
* Agrupación por tipos documentales: (solicitudes,
certificaciones, correspondencia recibida, correspondencia despachada, facturas,
constancias).
* Incorrectos procesos de producción y distribución
documentales (duplicidad de documentos, Mal manejo en la remisión de copias).
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